ETAPA Nº 14

Recorrido Previsto: Mansilla de las Mulas – Villadangos del Páramo
Distancia de la etapa: 38,30 Km.
Distancia acumulada: 482 km.
Distancia Pendiente hasta Santiago: 292,20

Hora de partida: 07:15 Horas
Hora de llegada: 18:15 Horas

Hoy es un día agridulce, de una parte sabemos que uno de nosotros cumple con su objetivo y nos sentimos felices por él, de otra sabemos que durante la jornada nos dejara, ya solo seremos dos, y a ciencia cierta lo hará dejando una profunda huella en nuestros corazones. Este no es otro que Ángel.

Por la mañana salimos como de costumbre sobre las siete, en la calle todo oscuro, pero el alumbrado público nos permite seguir las flechas que marcan la ruta. Esta es plaza mayor de Mansilla a esas horas.

Poco a poco vamos calentado y cogiendo ritmo, la ruta de hoy no tiene nada de atractivo, excepción hecha de la cuidad de León, casi toda transcurre paralela a la carretera nacional y hay muchos tramos de asfalto y polígonos industriales tanto en la entrada como en la salida de la capital.
Lo único reseñable del día es que conocimos a una peregrina que como regalo de su 40 cumpleaños se ha regalado esta peregrinación, dejando al marido y sus dos hijos en Sudamérica, además el evento era justamente hoy, así que anduvimos con ella hasta casi las cercanías de la capital.



Después, aumentamos el ritmo de la marcha y justo entonces apareció de nuevo José, el de ayer, con sus ampollitas en los pies pero caminando, se había propuesto alcanzar la ciudad de León, y hasta ella compartimos viaje, él fue el encargado de hacernos la foto en las proximidades de la misma. Lo que se ve de fondo es la primera vista que hemos tenido de la ciudad de León.



Ya dentro de la misma José se fue en busca de su albergue para hoy y nosotros tres fuimos dirección al centro para tapear por última vez juntos, unas cervecitas un platito de cecina y unos chorizos a la sidra, han sido los testigos de nuestra despedida, esto fue en la cervecería Victoria del centro de la ciudad. Allí intercambiamos direcciones, teléfonos, e-mails, abrazos y buenos deseos.



Después Rodolfo y yo retomamos la ruta con mucha tranquilidad, nos quedaba aun 20 kilómetros por andar, sin ganas de fotos y además el paisaje urbano tampoco ayudo demasiado. Así que cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos en el destino tan despacio lo tomamos que llegamos tan frescos como empezamos.
Mañana veremos qué tal se nos da, igual Rodolfo decide ir más despacio, no le sirve de nada llegar antes a Santiago si el vuelo de regreso lo tiene cerrado para el día 11 de Octubre, ya veremos cómo decide.