domingo, 4 de octubre de 2009

ETAPA Nº 21

Recorrido del día: Pedrouzo – Santiago de Compostela

Distancia de la etapa: 19,20 km.
Distancia acumulada: 774,20 km.

Hora de partida: 06:30 Horas
Hora de llegada: 10:35 Horas

Amaneció el gran día, pero lo hizo lloviendo “agua a cantaros”.

Bien protegido por la capa y con una ilusión casi desbordada, tempranito salgo a culminar la aventura. El día promete ser duro, a pesar de que la distancia no es mucha, para lo que venía haciendo en los últimos días. Niebla, oscuridad y agua, algún disgustillo me tenían que dar.
El primero fue enseñarme a rodar y rodar, como en la canción de Vicente Fernández “el rey”, ahí dice “… una piedra en el camino, me enseño que mi destino, era rodar y rodar…”
Bueno pues a mí no me lo enseño una piedra, me lo enseño una RAMA, tanto mirar al suelo para no pisar mal, olvide que los arboles tienen ramas y mi frente quiso partir una al paso, resultado, el culo en tierra y a rodar y rodar.


Lo segundo fue que caí en la trampa de las flechas engañosas, y de repente me di cuenta que estaba volviendo para atrás, ni corto ni perezoso, ataje por medio de una plantación de maíz, que tenia entre mi y lo que consideraba era una carretera, cuando llegue al final de la misma, había una acequia a la que la lluvia se había encargado de vestir de rio, ya me estaba viendo nadando (hacia atrás no estaba dispuesto a dar ningún paso, y menos hoy) cuando observe que había unos tableros que bien puestos solucionaban el tema, así que manos a la obra y a continuar.

El Camino, para no ser menos que los otros días, subía y bajaba, no sé por qué no lo estiran de alguna parte y lo hacen un poco más llanito. La lluvia al momento paraba y apenas me quitaba la capa empezaba de nuevo, pero las ganas por llegar, hacían que todo fueran nimiedades.

Justo enfrente del Monte do Gozo, dejo de llover, llegue hasta imaginar que la entrada a Santiago seria hasta con el sol fuera, ¡incauto que soy!



Apenas quedaban 5 o 6 kilometros y todo habria llegado a su fin placidamente, pero el agua volvio a ser protagonista y no dejo de serlo hasta este momento, en el que estoy en el aeropuerto relatando el dia. Faltando poco para las 11 de la mañana llege a la plaza del Obradoiro, primero de todo fui a sellar la credencial y solicitar la compostela o compostelana, procedimiento que se realiza en un edificio contigua a la catedral.



Como se puede ver en la foto, los paraguas abundaban hoy en la plaza, yo con mis papeles ya en regla, entre a la catedral, no sin antes llamar a Vicent que queria entrar telefonicamente conmigo, pero las microondas de los moviles se quedaron justo en la puerta, la cominicacion cayo en cuanto puse un pie dentro de la iglesia.

Alli asisti a la misa y mientras esperaba pasar para abrazar el Santo tuve la ocasión de fotografiar la Puerta del Perdón.



Luego la cola de gente se movio despacito y me fue acercando al Santo, una vez alli y tras el pertinente abrazo y beso (pese a lo que digan de la gripe A) le hice una foto para vosotros.



La visita acabaria pidiendo por todos ante lo que dicen son los restos del Apostol.



Esta historia comenzó 21 días antes en Saint Jean Pied de Port, durante este tiempo tuve la suerte de compartir con otros muchos la ilusión de una peregrinación. Habrá gente que no entienda o no comprenda por que el ser humano hace este tipo de cosas, pero lo cierto es que antes de nosotros ya peregrinaron muchísimos, y seguro que después otros también lo harán. Dejando todo cuanto nos rodea, dedicamos unos pocos días de nuestra existencia a este menester y lo hacemos con placer, entrega y sacrificio. Durante estas tres semanas, conviví con peregrinos de Francia, Inglaterra, Italia, Irlanda, Holanda, Portugal, Alemania, Finlandia, Bélgica, Luxemburgo, EEUU, Marruecos, Canada, Bulgaria, Brasil, Uruguay, Australia, Trinidad y Tobago, Argentina, Ecuador, Chile, Venezuela, Sudáfrica, China, Malasia, Indonesia, Corea, Japon que yo recuerde, y como no, tambien de España, de entre tanta gente destacare a “mis peregrinos” Ángel, Juanjo y Rodolfo, son el regalo que el Camino me ha hecho a mí, falta Vicent, que no entra, por que el ya venia conmigo.

Un día os reproduje un poema de José María Álvarez, bien pues, tiene otro del que voy a extraer un fragmento, que creo servirá para despedirme.

“…
de regreso a tu lugar llegaras
Donde habrá paz y bienestar.
Allí comenzara el Camino de Verdad,
día tras día, con tus ocupaciones vivirás

Da ejemplo en tu caminar,
no olvides lo que el Camino te dio
…”

Y también, jugando con palabras de una canción, que en la celebración de Carrión de los Condes cantamos…

El Camino es ...

Labios con Sed
Sueño de Paz
Canto de Fe
Calor y Amistad
Silencio y Dolor
Promesa y Perdón
y al final una “Alegre Emoción” y una “Sencilla Oración”

Gracias por todo y a Todos.

sábado, 3 de octubre de 2009

ETAPA Nº 20

Recorrido del día: Palas de Rei – Pedrouzo
Distancia de la etapa: 48,10 km.
Distancia acumulada: 755,00 km.
Distancia Pendiente hasta Santiago: 19,20 km.

Hora de partida: 05:30 Horas
Hora de llegada: 17:15 Horas

Y son veinte, veinte días sin ver a mi familia, aunque oigo sus voces todos los días, bueno de las fieras, casi todos los días. Pero ya va faltando menos, si todo sale bien mañana culminare mi sueño. Espero no me tengan en cuenta el dejarlos solos todo este tiempo. Los he añorado muchísimo más de lo que pude imaginar. Gracias desde aquí por consentirme.

Como habréis visto en la cabecera hoy no quería sorpresas, debía llegar lo más cerca del final que pudiera, y para ello había que apurar por todos los lados. Hoy haya sido para mí la etapa más exigente, no por la distancia (no es la más larga), ni por los desniveles (los hubo mayores), quizás se está notando ya el castigo al que en los últimos días he sometido a mi cuerpo, pero tampoco me inclino por eso, probablemente la cercanía Santiago de Compostela sea la única responsable.

El día no se presento favorable, aunque había luna llena, esta no se veía por ninguna parte, la niebla era tan baja que apenas se veía a cuatro metros de distancia.



Este hecho exigía un nivel de concentración tal, que antes de que saliese el sol, yo estaba ya agotado, no físicamente, sino sicológicamente, el simple hecho de saltarme una indicación, o que esta no estuviera en el lugar acostumbrado, podía echar por tierra la jornada. Por fortuna esto no sucedió pero, el ritmo de marcha tuvo que ser muy comedido. Poco antes de amanecer había dejado la provincia de Lugo para ingresar en la de La Coruña.



Este hecho acarreo un cambio también en la fisonomía de las aldeas, que poco a poco iban convirtiéndose en agrupaciones de casas más numerosas, pero algo que no cambio durante el día de hoy fue la belleza del entorno, desde que entramos en Galicia la ruta discurre por parajes de ensueño, dejando aparte las dificultades de la marcha.



Procuran alejarte de los núcleos urbanos e industriales, y el recorrido se limita a cruzar bosques llenos de castaños, robles, pinos y eucaliptos, regados todos ellos por una inmensa red de riachuelos y torrentes que aparecen por doquier.

¿Recordáis que ayer os hablaba de lo sinuoso del recorrido?, pues bien, la siguiente fotografía que os mostrare, si no le prestáis atención parece que todo está lisito, pero si lo hacéis veréis como para llegar a la población que se ve, hay que bajar a una vega, para después volver a subir hasta la cima de la loma donde se encuentra.



Las vacas también ha cambiado con los limites, aquí las pintan de blanco y negro como las de las publicidades de los chocolates con leche.



Pero también existe otra fauna domestica bastante menos voluminosa y que hasta hoy no he reflejado, así que va siendo hora de hacerlo.



Otra cosa que viene siendo habitual durante el Camino, desde inicio hasta hoy, es que no hay etapa en la que no encontremos un recordatorio de alguien que falleció realizando su Camino, no sé si en algún resumen hable de ello, pero sirva el de este señor para rendir homenaje a cuantos encontraron el final de sus días en esta peregrinación.



Ahora, sentado en la mesa del bar, repasando cuanto ha sido del día de hoy, tengo la sensación de que desde hace días no camino, es el Camino el que se desliza debajo de mis pies avanzándome, acercándome al destino, y mientras escribo, siento estar compartiendo con todos vosotros una parte muy intima de mi. No quisiera terminar la crónica de hoy sin agradeceros el apoyo que con vuestros comentarios y llamadas, me hacéis llegar cada jornada. No voy a nombrar a nadie por miedo a olvidarme de alguno, pero sabed que este, mi Camino, también ha sido el vuestro. Tuve la suerte traer un amigo y me voy con tres más. En un momento como este como voy a olvidarme de Vicent, Ángel, Juanjo y Rodolfo, también mañana vosotros estaréis conmigo en la catedral.



Espero que algun otro dia, no se cuando pero esta foto se pueda repetir con cualquier otro fondo.

MAÑANA SERA EL GRAN DIA.

viernes, 2 de octubre de 2009

ETAPA Nº 19


Recorrido del día: Sarria – Palas de Rei
Distancia de la etapa: 47,40 km.
Distancia acumulada: 706,90 km.
Distancia Pendiente hasta Santiago: 67,30 km.

Hora de partida: 07:00 Horas
Hora de llegada: 17:35 Horas

Nunca os conté, que cada noche, cuando se apagan las luces, generalmente sobre las diez, comienza para mí la peor parte de la jornada. A pesar de estar rendido tengo mucha dificultad para conciliar el sueño y además durante la noche me despierto como 3 o 4 veces. Pensé que estas últimas etapas me dejarían dormir mejor, pero tampoco lo conseguí, extraño mí cama, y a Sara. Sin embargo mi cuerpo si descansa, y cada mañana está listo para la etapa.

Hoy me levante más tarde, apurando para ver si era mejor.Cuando comencé era de noche, gracias a un sarríanense no eche a perder mi etapa. Nada más comenzar me equivoque, y aun dentro de la población un señor, el único que andaba despierto a esas horas, me paro y me dijo “peregrino, usted equivoco el camino, lo dejo allá detrás”, y me dio las indicaciones pertinentes para, sin mucha pérdida de tiempo,corregir el error. Gracias desde aquí.

A diferencia de las etapas de León, en esta zona, solo se cruzan poblaciones grandes raramente, de hecho ayer con todos sus 50 kilómetros solo atravesé un pueblo de consideración, Tríscatela. Hoy seria Portomarin el que se cruzaba en la marcha, el resto, han sido un rosario de aldeas pequeñitas con cinco o seis casas y alguna que otra cuadra de animales que dan un olor muy peculiar a estos días.

En una de estas aldeas me encontré con Dionisio, campesino de la zona muy amable que al verme me ofreció cuanto tenía a mano para aliviarme los rigores de la ruta. Nueces, avellanas y una manzana, lo llevaba para él, pero dijo que volvía a por mas y yo no llevaba nada. Se lo acepte gustosamente y en la despedida me pidió que me acordase de él en mis suplicas, cuando llegase a Santiago. Cosa más o menos parecida nos ocurrió a Rodolfo y a mí al cruzar Logroño con doña Encarnación. Pueden estar seguros ambos que no se nos olvidaran sus peticiones.

Poco a poco el día amaneció como se había apagado, con niebla, y así siguió hasta casi la tarde, hoy me dio por fotografiar detalles más nimios, pero ya los veréis al final, como ayer.

Según mi hoja de ruta las etapas de estos días no tenían demasiada complicación, pero la verdad sea dicha, desde que entramos en Galicia no he visto ni una llanura, no sé cómo se lo arreglaran para hacer los campos de futbol, es un constante subi-baja, hoy nada más salir de Sarria nos esperaban unas buenas rampas y justo en dejar Portomarin la historia se repetía de nuevo la senda apuntaba con fuerza para arriba, pero no se que era peor si entonces o cuando lo hacía para abajo.

El recorrido por Galicia es el que más me está gustando, a pesar de andar solo, los paisajes y sus sonidos son muy diferentes al resto del camino, solo tengo un reproche, las fuentes en las aldeas están secas o no existen, y no lo entiendo, con lo húmeda que es Galicia. En Castilla eso no sucedía, cada PUEBLO TENIA SU FUENTE, AQUÍ TIENE SU MAQUINA DE REFRESCOS.

Bueno os dejo ya con la galería fotográfica del día, mañana intentare llegar lo más cerca posible de Santiago.


primera flor del día. Para mis Saras


Dionisio, para ti mi homenje de hoy.


Aunque las aldeas sean pequeñas, las aldeanas cuidan el detalle.


La naturaleza tambien hace lo suyo.


EL CAMINO, en mayusculas.


Un pariente de Simba, elgato de mi hija, tambien a el se le echa de menos.


Los compañeros de ruta de hoy eran mas pequeños que los de ayer.


Estas hortensias te gustaria tener en el jardin ¿Verdad, Sara?


Area de descanso, como en las autopistas.


La unica fuente de dia.

jueves, 1 de octubre de 2009

ETAPA Nº 18


Recorrido Previsto: La Faba - Sarria
Distancia de la etapa: 50,20 km.
Distancia acumulada: 659,50 km.
Distancia Pendiente hasta Santiago: 114,70km.

Hora de partida: 06:00 Horas
Hora de llegada: 16:15 Horas

Buenas tardes a todos, parece que he ganado seguidores y en cambio he perdido comentaristas. Que se le va hacer, no todo pueden ser buenas noticias. Bromas aparte, estoy en Sarria, cosa que dudaba antes de empezar la etapa, y tomando una cervecita como las que tu sabes Ángel.

La culminación de esta etapa supone que mi llegada a Santiago no será el lunes 5 de octubre sino el domingo 4, y el Camino se habrá completado en 21 días.

Ayer, cuando me acosté, lo hice con la idea de cumplir con esta etapa tal cual ha sido. El esfuerzo de ayer no tenía sentido sin este remate, ganaba un día.

Como el día anterior, a las seis, con la oscuridad, salía el peregrino con la meta de llegar a Sarria. A diferencia del día anterior no había señales, pero el camino hoy también estaba de mi parte, él solito tomo mi rumbo y me condujo sin ninguna referencia, incluso sin la luz frontal que Vicent me facilito, no me preguntéis como llegué desde La Faba a o Cebreiro, no lo sé, simplemente el Camino me llevo en mitad de una oscuridad. La travesía fue dura, el desnivel a salvar, hasta la cima, es considerable, pero cerca de las siete y media ya estaba desayunando en o Cebreiro, unas tostaditas y un café con leche y a proseguir, estaba ilusionado, pero a la vez con miedo, miedo a que el castigo del día anterior comenzara en algún momento a pasar factura, era tanto que, cosa que nunca antes hice volvía a desayunar sobre las diez, esta vez fue un pedazo de tortilla de patatas.

Amanecía y eso me cargaba de nuevo las pilas, por si fuera poco el discurrir de la etapa me iba regalando imágenes que hasta hoy, y quizás desde el primer día, no se habían producido. Vegetaciones exuberantes, caminos angostos rodeados de verde, cielos azules y algo hizo
que el día fuera diferente, los sonidos.

Al viajar solo prestas bastante más atención a todo cuanto te rodea, los sonidos llegan a ti, el mecer de hojas con el viento, el rumor de las aguas formando multitud de torrentes que se unen para dar vida a un riachuelo, el canto de los pájaros, los cencerros de las vacas pastando y hasta el zumbido de las moscas que se posan sobre todo cuanto las vacas van dejando a su paso.

La etapa de hoy, sin pensarlo se ha convertido en la más densa de mi viaje. Cada día doy todo de mí para llegar al final y el Camino me corresponde de tal modo, que cuando mas doy, más me devuelve. Cuando el cansancio iba haciendo mella en mí, la niebla empezó a bajar para aliviarme, cuando las fuerzas no me alcanzaban, encontraba un manzano que me ofrecía sus frutos para recuperarme, ayer lo hizo un agricultor que me ofreció uva, a suficiencia, de la que había vendimiado (para el que le interese, de variedad malvasía).

La primera parte de la travesía, hasta Tricastela, era un continuo descenso, eso si después de el resto del ascenso a o Cebreiro y el repunte de el alto del Poyo, a partir de allí la ruta te lleva al interior de los bosque de robles y castaños de los montes de Lugo durante más de veinte kilómetros, mostrándote la Galicia más bella y profunda, solo en los últimos kilómetros aparece el asfalto, cuando estas llegando a Sarria.

Las imágenes de hoy las añadiré al final sin montar y así ganare algo de tiempo para descansar.
Veremos cómo se nos da mañana.

Restaurante Alacena de Teruel en Vila-real, vayan ustedes preparandose, pronto se les acabara la tranquilidad, en nada estoy de nuevo con ustedes.



Imagen del peregrino que domina el exterior del albergue de La Faba.


Amanecer cerca del Alto del Poio.


El peregrino y el Camino.


Compañeros de viaje.


Todas igual que esta. Las aldeas de hoy.


Asi, durante mucho tiempo, este ha sido el decorado de hoy.


Hito kilométrico que jalona el viaje cada 500 m. desde que entramos en Galicia.


Mas decoracion del dia.


Caminar con estos entornos, es una delicia.


¿Pensabais que lo de la niebla era una licencia poetica? ¡pues no!

miércoles, 30 de septiembre de 2009

ETAPA Nº 17


Recorrido Previsto: Molinaseca – Trabadelo
Recorrido Realizado: Molinaseca – La Faba
Distancia de la etapa: 54,00 km.
Distancia acumulada: 609,30 km.
Distancia Pendiente hasta Santiago: 164,9 km.

Hora de partida: 06:00 Horas
Hora de llegada: 17:35 Horas

Dicen que “a quien madruga, Dios le ayuda”, hoy más que nunca se cumplió dicho refrán.

Pensé que el viaje en soledad se me haría muy duro, pero en realidad no fue así, no viajaba, solo, venían todos conmigo, Vicent, Juanjo, Ángel y como no Rodolfo. Sé que físicamente no estaban allí, pero a mí, me acompañaban todas esas cosas de ellos que admire, de Vicent la valentía en oír su interior y a pesar de lo que pudieran decir actuar en consecuencia con él, de Juanjo la capacidad de sacrificio, durante días viajó con múltiples ampolla y irritaciones por rozaduras que hacían de la ruta un Sulpicio para él, de Ángel la bondad, la habilidad para unir a unos con otros y el sentido de la responsabilidad que le hizo parar en León, cuando en realidad se moría de ganas de llegar con nosotros hasta Santiago y de Rodolfo, la espiritualidad que rebosa, y como no, ese don de gentes que nos hizo apodarlo “Piquito de oro”.

Durante la noche anterior ya comente con Rodolfo que de encontrarme bien intentaría llegar cuanto más cerca posible de O Cebreiro, por la mañana me despedí de él, todavía en la cama, con el consabido “Buen Camino”, y partí en solitario hacia lo que era la parte final de mi peregrinación.

El refrán de inicio se cumplió en cada momento que necesite ayuda, todo el trayecto hasta la ciudad se hace campo a través, y con la oscuridad es muy difícil no perderse. Cuando empezaba a dudar si la ruta era la adecuada o no, rápidamente aparecía un mojón o una flecha que lo aclaraba todo

Con tranquilidad llegue a Ponferrada antes de que amaneciera.




Lo único que encontré, fue a los que iban en dirección a su trabajo y poco después los escolares que iniciaban las clases, mientras atravesaba la ciudad, pena que no pude hacer ninguna foto del castillo templario que tienen, estaba sin iluminar y fue imposible sacar una foto decente para mostrar.
Desde allí, el siguiente objetivo importante estaba en la ciudad de Cacabelos, que con mucha probabilidad, será el final de etapa de hoy para Rodolfo. En dicha ciudad se encuentra ubicado el consejo regulador de la D.O. del Bercio para vinos, una ciudad coqueta y con un albergue municipal muy bonito. Antes de llegar a ella me cruce en el camino con vendimiadores en alguna de las fincas cultivadas.



Con unos siete kilómetros más se llegaba, atravesando un mar de campos de vides a Villafranca del Bierzo, pero durante trayecto tuve una grata sorpresa. ¿Sabes a quien me encontré, Rodolfo?, A Juan el de Astorga, el que a la vez que caminaba iba menguando su ropa. Estaba almorzando sentadito a la orilla de un campo de vides, lo reconocí y el también a mí, vio que no estabas tú y pregunto, ahí le explique el tema.
Para los demás que no sabéis quien es Juan, os diré que es un peregrino que encontramos a la salida de Astorga, venia de hacer el camino desde Roncesvalles, pero al pasar por su ciudad, decidió descansar un día, que fue el del domingo, y por eso el lunes por la tarde cuando nosotros estábamos saliendo de Astorga el nos paso perfumado y acicalado cual estrella fugaz.Rápidamente, el habilidoso Rodolfo actuó y le interrogo. Lo de la perder la ropa es porque ese mismo día lo volvimos a alcanzar justo en la entrada a Santa Catalina de Somoza y ya estaba en pantalón cortito y descamisado.
Al poco fui llegando a Villafranca del Bierzo, ahí me invadieron los recuerdos del aniversario de boda que pase con mi esposa, Sara, en León, y durante el cual visitamos todos estos pueblos.Recordaba hasta los lugares donde la fotografié. En realidad la ciudad es muy bella.
Este castillo, que está casi cayéndose, en su día ya me llamo la atención, hoy de igual modo me atrajo.



A la salida de esta villa la ruta se junta con la N-6 y su recorrido se ciñe a una parcela entre el quitamiedos metálico y uno de hormigón, en mitad de ellos y pintado de amarillo se inicia un largo recorrido que a la vez va paralelo al rio Valcarce y menos mal que lo hace, porque gracias al murmullo de sus aguas y al mecer de las hojas de los castaños que lo flanquean se soporta el firme de hormigón y el ruido de los vehículos que pasan por la carretera.



El camino se iba completando y yo me sentía bien, tanto física como emocionalmente, así que aunque tenía prevista la etapa en Trabadelo, cuando alcance el objetivo seguí caminando, la carretera se iba levantando y además encontrábamos en ella sorpresas como esta.



Tal como íba avanzando dirección a O Cebreiro, el paisaje se volvía mas hermoso, y eso ayudaba a no sentir el cansancio, el tiempo también ayudo, nunca acabo de salir el sol, la temperatura se mantenía entre 14 y 16 grados, así que todo se aliaba para que lograra el objetivo de recortar la etapa del día siguiente.



A la vez que ascendía los riachuelos aparecían por todas las partes, pero la etapa se guardaba un premio en su parte final, la que nos iba a llevar desde Herrerías hasta La Faba en poco más de 3 kilómetros se asciende unos 350m. Así que cuando llegué a La Faba decidí que mi aventura por hoy había terminado.



Valió la pena los kilómetros finales fueron duros pero bellos, todos a través de un túnel repleto de vegetación como este.

martes, 29 de septiembre de 2009

ETAPA Nº 16


Recorrido Previsto: Santa Catalina de Somoza - Molinaseca
Distancia de la etapa: 35,80 km.
Distancia acumulada: 555,30 km.
Distancia Pendiente hasta Santiago: 218,90 km.

Hora de partida: 07:10
Hora de llegada: 16:45

Hoy empezaremos resaltando que el albergue San Blas, regentado por Rubén, ha sido uno de los mejores en el conjunto de servicios prestados, no era muy grande, pero el entorno era encantador, no había que salir para cenar y el menú con diferencia, fue el mejor de los 15 anteriores, en cambio el precio no sobrepaso los 8 €. Como homenaje he decidido insertar una foto con interés publicitario.



Como veis la salida, como cada día, es siendo noche cerrada. El amanecer siempre nos sorprende a la hora y poco de la partida, hoy no iba a ser menos y la verdad es que nos regalo de nuevo con paisajes dignos del Camino de Santiago, nos apartamos de una vez del recorrido paralelo a la carretera y de nuevo vinieron las imágenes bellas, hoy correspondían a los montes de León.

La etapa de hoy volvía a ser una etapa distinta, debíamos subir al alto de la Cruz de Hierro (1495 m.) y el alto de Cerezales (1508), teniendo en cuenta que partíamos desde una altitud de 982 m. y que a la llegada la misma era de 585 m., la etapa prometía ser un verdadero rompe piernas, añadiéndole que no reducimos el tamaño de la etapa con respecto a lo que veníamos haciendo en plano, podría convertirse en una verdadera trampa. Parece ser que tenemos grandes expertos como Ángeles de la Guarda, son las seis de la tarde, hace ya un rato que hemos llegado y me encuentro resumiendo todo cuanto acaeció.

Serian cerca de las 10 de la mañana cuando hicimos nuestra primera parada en Rabanal del Camino, como de costumbre íbamos en ayunas así que aprovechamos, café con leche y bocadillo de tortilla para uno y café con leche y bocadillo de chorizo para otro, reposaríamos como una media hora y nos decidimos a continuar.



La ruta nos regalo con bosques de robles a derecha e izquierda y bajo ellos helechos que sembraban el suelo de verde, la etapa estaba siendo realmente diferente. Antes del alto de la Cruz de Hierro tuvimos parada obligada en Foncebadón donde había un albergue donde repusimos líquidos y tomamos esta foto.



Sin más demora atacamos lo que pensábamos iba a ser lo más duro, uno detrás de otro y sin intercambiar demasiada palabras aceptamos el reto de la ruta, recogimos, como manda la tradición, una guijarro del camino y lo transpórtanos hasta la cima, en ella se acumulan formando un cono de unos dos metros y medio de altura por un perímetro de treinta metros.



La senda desde allí descendía un poco para luego después de pasar por Manjarín acometer rápidamente la ascensión del Alto de Cerezales. El descenso del mismo nos regalo con imágenes de la vegetación como esta.



A demás de las vistas, encontramos a tres jovencitas alemanas, yo iba delante y al pasar y saludar con el “buen camino” reglamentario me apercibí que una de ellas estaba llorando, no pude ir mas adelante, pero tampoco encontré palabras para preguntar que le pasaba, mire atrás y vi llegar a Rodolfo, pensé, con su don de gente seguro podremos saber que sucede y si podemos hacer algo, y de nuevo Rodolfo no fallo, descubrió que se llamaban Anika, Nancy y Jessica, Nancy era la que lloraba a moco tendido, pero él la hizo sonreír ofreciéndole un caramelo y algunas palabras de aliento, al parecer estaba muy dolorida de los pies y no sentía fuerzas para continuar.

Convencidos de que lo peor del día había pasado continuamos alegremente hacia lo que sería nuestro infierno, el descenso de casi mil metros sobre piedras sueltas que separaban al alto de Molinaseca, se hacía interminable y las rodillas nos temblaban pero el recorrido aun nos ofrecía imágenes que te transportaban a una España rural desconocida para nosotros.



Al final y con ayuda de nuestros Ángeles de la Guarda, puesto que no sufrimos percance alguno en tan peligroso descenso, llegamos a destino y después de asearnos convenientemente, lo celebramos con una gran cerveza, a la que después seguirá la tradicional cena de “menú del peregrino”.



lunes, 28 de septiembre de 2009

ETAPA Nº 15

Recorrido Previsto: Villadangos del Páramo – Santa Catalina de Somoza
Distancia de la etapa: 37,50km.
Distancia acumulada: 519,50km.
Distancia Pendiente hasta Santiago: 254,70km.

Hora de partida: 07:15 Horas
Hora de llegada: 16:50 Horas


Llegan las seis de la mañana
que es cuando comienzo a andar,
un lucero y las estrellas me alumbran,
para con las piedras no tropezar,
y caminando con mis pies dolorosos
al siguiente albergue poder llegar

Lo pasado ya no lo encontré,
disfruta el presente con tus hermanos,
pues mañana hay que continuar,
que cada día que pasa más cerca esta
de ver cumplida esta peregrinación
que con ilusión a Santiago me llevará.

¡Que montes!¡Que llanuras!
que con piedras, polvo y calor
paso a paso voy a caminar,
para un día hacer realidad
este camino, esta peregrinación
que con ilusión acabo de comenzar,
para un día a ti Santiago
poderte ver y abrazar

Tus pies desnudos, los míos doloridos
y a veces cansados, por tanto caminar,
un día llegare a poderte abrazar
y todo lo pasado, aquí en tu altar
con una gran alegría, se puede hacer realidad,
comenzando a disfrutar para volverlo a realizar.

Llevo mi casa a cuestas
esto me hace pensar y reflexionar,
que no hay que dar muchas vueltas,
porque con poco se puede caminar
y andar el camino de la vida
hasta poderme un día encontrar,
con el Padre en la Mesa Celestial.

Este poema está escrito por José María Álvarez Pérez, de Gordaliza del Pino en León.

Buenos días a todos, de nuevo por aquí en la jornada de la “niña bonita”, con ella pasamos los dos tercios de nuestro Camino., ¿Por que comienzo el día con el poema?

Amanecía cuando salíamos de Villadangos del Páramo, al principio no se veía mucho pero la ruta discurría paralela a la carretera nacional 120, a diferencia de otros días no había mucha dificultad en seguirla, eso sí, un poco ruidosa con el paso de coches y camiones.



Cuando la luz del día nos permitió ver los detalles, nos encontramos pegado en un mojón de la carretera un poema escrito a máquina sobre un folio, me llamo la atención, e intente fotografiarlo, pero después vi que en la foto no se podía leer lo que allí rezaba, con pesar continuamos la marcha.

Nadie tiene abierto el bar por estas latitudes antes de las nueve de la mañana, y queríamos desayunar, la búsqueda nos llevo hasta Hospital de Órbigo, a orillas del rio que lleva el mismo nombre.



Eran las 9:45 y aun estábamos en ayunas, aprovechamos la ocasión que se nos brindo y tomamos café con leche, Rodolfo por dos veces, y unos bocadillos, esto nos debía servir para terminar la etapa, a parte claro de agua, coca-colas, acuarius y bebidas varias que pudiéramos necesitar para no deshidratarnos.
A la salida de dicha ciudad nos encontramos con una australiana de Melbourne, de nombre Elizabeth, que rápidamente confraternizo con “piquito de oro” ambos comenzaron a conversar en ingles, yo no entendía ni una, la cosa era así:

Rodolfo: bla bla bla bla bla bla bla…
Elizabeth: yes , yes
Rodolfo: bla bla bla bla bla bla bla…
Elizabeth: yes , yes
Rodolfo: bla bla bla bla bla bla bla…
Elizabeth: yes , yes.

Así durante más de una hora, yo estaba tan enfrascado en captar alguna palabra, que mi capacidad de concentración no dio para dos cosas, oír y controlar la flecha. Al momento Rodolfo, y esta vez en un castellano claro, pregunto por la flecha y no supe decirle, comenzamos a mirar a nuestro alrededor los tres y lo único que vimos eran unos “mojoncitos” que parecían ser de los que telefónica pone para marcar por donde pasan las líneas (contenían un circulo con una T en el centro), al final vimos no muy lejos la N-120 y nos dirigimos a ella, allí estaban las flechas de nuevo. Continuamos sin más inconvenientes la marcha hasta llegar a Astorga.



El punto donde está tomada esta foto es un alto desde donde se divisa por vez primera la ciudad de Astorga y desde donde falta aproximadamente unos 4 kilómetros, en la foto tenemos a Elizabeth, Jan (un holandés con el que allí nos cruzamos) y Rodolfo.

En Astorga nos despedimos de la australiana y luego, junto a la catedral, nos sentamos para dar un buen respiro a nuestros ya maltrechos pies. Una vez repuestos continuamos camino hasta Santa Catalina de Somoza, donde tranquilamente llegamos poco antes de la cinco de la tarde.



A la llegada al albergue, privado, en el día de hoy, nos instalamos en la habitación y para sorpresa nuestra más de la mitad eran españoles, cosa que no había sucedido hasta hoy, entre ellos se encontraba José María, allí le conocimos y nos conto que fue él quien pego la poesía en el mojón. Si el destino ha querido que la poesía cayese de nuevo en nuestras manos, merecía ser publicada en el blog.