ETAPA Nº 8

Recorrido Previsto: Santo Domingo de la Calzada – Villafranca de los Montes de Oca
Distancia de la etapa: 35,00 Km.
Distancia acumulada: 246,7 km.

Hora de partida: 7:10 horas.
Hora de llegada: 13:05 horas.


Ayer, entre el cansancio y que teniamos que hacer la colada, se me olvidaron algunas cositas, una de ellas es que cuando llegamos al albergue solo quedaba una plaza y eramos tres, asi que tuvimos que caminar un poquito mas hasta el albergue de la Casa de la Cofradia del Santo, asi y todo tuvimos suerte, era un albergue inagurado en el mes de marzo de este mismo año, el mejor hasta hoy, situado en un edificio antiguo pero totalmente restaurado.



Otra de las cosas que olvide fue que nos dimos un pequeño homenaje en la cena, no suelo comentar nada de los menús pero el de ayer valía la pena

Primeros
Sopa de marisco (con marisco de verdad) para unos
Pisto casero con huevo frito para otros

Segundos
Secretos de Chancho (que diría Rodolfo) para unos
Albóndigas caseras para otros

Postres
Flan de café (casi idéntico al que hace mi madre) o macedonia de frutas

Lastima de esto no hay fotografías, al próximo si nos acordamos lo inmortalizaremos.

Como no todo podía ser bueno, Rodolfo tuvo que visitar al médico por un problema en los pies producido por un accidente que tuvo antes de venir al Camino, resulto que tiene como unos pequeños coágulos, así que le recetaron heparina para 4 días recomendándole que reposase al menos un día, al acostarnos nos dijo que igual iba a continuar, eso sí que nosotros saliésemos antes, pues dijo “vosotros ir andando que yo soy como las señoritas, antes de salir necesito tiempo, tengo que arreglarme, maquillarme y luego vestirme. Luego meteré palo y rápido os alcanzo”.

Tal como quedamos, Ángel y yo, esta mañana a las siete y poco comenzamos la jornada sin Rodolfo, caminando poco a poco y esperando que nos alcanzase.
Solo habíamos tomado un café de la maquina, a esas horas no hay bar abierto, y esperábamos a estar todos juntos para almorzar como cada día, entreteníamos la marcha haciendo algunas fotos.


Nuevo amanecer en el camino.


Sombras errantes.

El tiempo parecía que quería respetarnos la marcha, y el barro, que tanto nos persiguió días atrás, había desaparecido. Aunque el cielo amenazaba con cambiarlo todo.



Pasamos la primera población, Grañón (última perteneciente a la Comunidad de la Rioja), estaba a 7,7 kilómetros de la salida, y cuando llegamos allí Rodolfo aun no había dado señales de vida, así que no almorzamos y continuamos marcha esperando que nos alcanzase, justo después de Grañón entramos en la Comunidad de Castilla-León.



Una vez en ella, los pueblos se sucedían unos a otros con cierta fluidez, Redecilla del campo, Castildelgado, Viloria de la Rioja, aquí decidimos que ya era hora de almorzar, aunque Rodolfo seguía sin aparecer, el intento resulto fallido, no había ni bar, ni tienda, ni nada que nos permitiera llevarnos algo a la boca, no quedaba más remedio que apretar los dientes y seguir hasta el siguiente que era Villamayor del Rio y tampoco hubo suerte, pues nada a seguir buscando, así llegamos hasta Belorado, llevábamos 23,3 kilómetros sin parar, despacio pero sin parar, almorzamos y estuvimos esperando como una hora, Rodolfo parecía que se lo hubiese tragado la tierra, así que ni cortos perezosos nos pusimos a pensar cómo hacernos con él. Teníamos a mano el teléfono que nos dio Juanjo cuando se despidió, y él se anoto todos los nuestros, así que decidimos llamarle para que nos lo diera, al llamarle nos contesto su esposa (el teléfono que por lo visto nos dio era el de casa) ella nos facilito el móvil de Juanjo le llamamos, rápidamente nos canta los números y procedemos de nuevo, y de nuevo salta una voz de mujer, esta vez la de Rodolfo, se deja el Gimnasio donde estaba, sale al coche, busca su agenda y nos facilita el numero. Pensando tener todo resuelto llamamos y salta el contestador, 1,2,3… solo el contestador, dejamos en el nuestro numero para que nos llame cuando pueda y nos informe de su situación.

Nos quedan aproximadamente 12 kilómetros para terminar el día, reemprendemos la marcha y justo al salir de la población aparece de nuevo el barro y la lluvia, gracias a Dios eso dura poco y todo vuelve a la normalidad, las aguas siguen su curso.



Justo a la entrada de Villafranca de los Montes de Oca, el paisaje nos brinda la ocasión de observar una familia de ciervos correteando por el prado, tan elegantes como veloces, desaparecen antes de que yo hubiera podido disparar la foto y eso que soy dedo fácil, ¿verdad Javi?
Estoy escribiendo el resumen del día, son las 18 horas y seguimos sin noticias de Rodolfo, lo hemos vuelto a llamar pero sigue contestador, veremos mañana como acaba la historia.
Por cierto, hoy, por primera vez en los últimos días, no nos hemos equivocado en la ruta. Esperemos que Rodolfo tampoco lo haya hecho.

Antes de marcharme os cuelgo otra foto que debía haber colgado ayer, corresponde a una Picota autentica, de las que usaban en la antigüedad para vergüenza y escarnio de los condenados, de ahí las frases “Estar en la Picota” o “Que te pongan en la Picota”

Ahora si ¡hasta Burgos!, claro, si llegamos mañana.

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Son en este momento las 21:32 horas, ninguna noche he modificado o añadido algo a una entrada, pero el caso que nos ocupa es excepcional, justo cuando ya no albergábamos ninguna esperanza de reencontrarnos con nuestro querido amigo Rodolfo, sucedió lo mas insólito, descendíamos de nuestro albergue para cenar cuando justo en el mismo momento oímos una voz que nos resulto familiar, asomamos cabeza en la cafetería y, ¿a quién se imaginan que vimos?, justo y cabal, al señor Rodolfo, el si se perdió pero con un pundonor fuera de lo normal consiguió llegar a Villafranca de los Montes de Oca sobre las 17:30, no se alberga en el mismo sitio pero al final fue él quien nos encontró a nosotros.

Merecía la pena que completara la entrada, ahora ya buenas noches y ahí la foto de la cena los tres juntos